Manejo del comportamiento

El enfoque del manejo del comportamiento es reducir los comportamientos desafiantes y aumentar las habilidades de comunicación adecuadas.  A través de la programación de manejo del comportamiento, trabajamos para dar a los niños, adolescentes y adultos con autismo el poder de comunicar sus deseos y necesidades de manera adecuada.  Trabajamos en la reducción de comportamientos desafiantes identificando lo que están tratando de comunicar y cómo pueden comunicar sus deseos y necesidades. Los comportamientos desafiantes se aprenden a través del modelado, la asociación y la observación. La programación de manejo de la conducta proporciona apoyos e intervenciones positivas correctas y se aprenden conductas de reemplazo y estrategias de afrontamiento.

Algunos ejemplos de conductas desafiantes son:

• Agresión fisica es un acto de fuerza que puede causar daño a otra persona, y puede incluir: golpear, morder, apretar, jalar el cabello, abofetear, patear, rasguñar, jalonear, empujar, dar cabezazos o lanzar objetos.
• Autolastimarse es el intento o acto de lastimar el propio cuerpo lo suficientemente grave como para causar daño. Puede presentarse en una amplia gama de conductas, como darse cabezazos, golpearse la cabeza con las manos, golpearse el cuerpo, darse golpes o puñetazos, presionarse los ojos, morderse, arrancarse costras y jalarse el cabello.
• La destrucción de la propiedad incluye conductas mediante las cuales se dañan, arruinan o destruyen pertenencias o propiedades, y pueden consistir en romper, lanzar, rasgar, desprender, desfigurar pertenencias (propias o de otros).
• Conducta evasiva o de fuga describen momentos en que el niño huye de sus padres o del hogar.
• Los berrinches o rabietas describen una explosión emocional que puede involucrar llantos, gritos, terquedad o desafíos. La persona puede perder control de su estado físico y puede tener dificultad para calmarse aun si se logró el resultado deseado.
• La agresión verbal generalmente implica el uso de amenazas, tácticas de acoso, lenguaje negativo, dar ultimátums u otras formas destructivas de comunicación.